Uno de los protestantes más
conocidos por los gaditanos durante el Sexenio Democrático fue José Agustín Escudero, que
mantuvo relaciones, como los presbiterianos Ben Ollier y Canencia, con los republicanos de la ciudad. En mayo de 1873, la prensa conservadora católica pretendía ridiculizarlo comentando que fue uno de los oradores que participaron en la reunión que celebró el partido Republicano Federal en Cádiz el Domingo 4 de mayo y que tuvo lugar en la plaza de toros de la ciudad. La prensa lo denominaba "el expresbítero ciudadano Escudero" y afirmaba que en la expresada reunión "sacó un libro y se puso a leer en alta voz, sin duda con el propósito de ilustrar a los asistentes a aquel acto; pero al cuarto de hora de estar en tal entretenimiento, los que no se habían quedado aun dormidos dieron claras y evidentes señales de impaciencia en términos tan significativos, que el pastor puso fin a su lectura, sin que sus oyentes sacaran de ella más que el negro del sermón”[1].
Como expresaba la prensa conservadora gaditana, parece que Escudero había sido sacerdote católico o al menos se había hecho pasar por tal para predicar sus ideas religiosas. Antes de llegar a Cádiz estuvo en Jaen, presentándose en ambas ciudades como sacerdote católico y diciendo que había sido ordenado en Roma[2]. Menéndez y Pelayo afirma
que era natural de Méjico y que llegó a Cádiz en 1872, y lo define como un
defensor del “viejo catolicismo de Alemania”[3],
pero hay datos que demuestran que ya estuvo en la ciudad en 1868, para instalar una escuela desde la
que hacer proselitismo[4].
Escudero, al margen de los presbiterianos Abrahan Ben Ollier y Manuel Canencia, fundó en Cádiz la “Iglesia Libre Cristiana
Española”. En sus reuniones “se rezaba el rosario y se conservaban muchas
prácticas católicas”[5].
PORTADA DE UNA OBRA DE ESCUDERO
ESCRITA POR LA FECHAS EN LAS QUE ESTUVO EN CÁDIZ
Escudero fue perseguido por los católicos más acendrados de la ciudad. Como no se podía hacer nada en su contra por ejercer como protestante, se buscó incriminarlo judicialmente por suplantación de personalidad, basando la denuncia en haber ejercido primero como sacerdote católico y luego como pastor protestante, lo cual me parece un argumente poco sostenible legalmente como prueba de suplantación delictiva. A finales de agosto de 1872, Antonio Zulueta,
presidente de la Asociación de Católicos de Cádiz, y otros cuarenta y tres
vecinos, probablemente miembros o simpatizantes de la misma, pidieron al
Ayuntamiento gaditano, dirigido en aquel momento por Bernardo Manuel de la Calle, jefe del Partido Radical en Cádiz (partido que acababa de formarse tras la ruptura el Partido Progresista en dos: el Constitucional de Sagasta y el Radical de Zorrilla), que se excitara “el celo del ministerio fiscal para
que se instruyeran las oportunas diligencias judiciales a fin de averiguar los
antecedentes de D. José Agustín Escudero, que en años anteriores predicaba en
esta ciudad como ministro católico y se presenta hoy como pastor protestante”.
El Ayuntamiento debía haber sido más respetuoso con la libertad de cultos
sancionada en la Constitución de 1869, y no haber tomado cartas en el asunto, pero acordó “que desde luego y sin
aguardar a la ratificación del acta, se remita al Sr. juez decano de primera
instancia de esta Ciudad a los efectos correspondientes”[6].
Poco después el 3 de septiembre de 1872 fray Félix, el prelado gaditano, recibió un oficio del juez de primera instancia de
San Antonio solicitándole que informase “detallada y circunstanciadamente cada
uno de los actos que el mismo (Escudero) haya ejercido en esta plaza y su Diócesis en
concepto de ministro de la religión católica”, y preguntándole si había
ejecutado esos actos con la venia episcopal[7].
El "Padre Cayetano" (como ya he explicado en otro post, seudónimo del canónigo Francisco de Lara) contribuyó a la campaña de desprestigio de Escudero por estas fechas publicando unas Cartas del Padre
Cayetano al Protestante Escudero, confeccionadas ese mismo año 1872 en la imprenta de la Revista Médica de Cádiz.
Como se ha visto al tratar sobre la reunión de los republicanos en la plaza de toros, Escudero seguía en la ciudad en 1873, sin que conste se hubiera tomado ninguna disposición judicial en su
contra, siendo uno de los promotores, de manera indirecta, de la secularización del cementerio
municipal[8]. En mayo de ese año formaban
parte de la Junta Directiva de su confesión Juan Moncillo y Bardi como
vicepresidente, Enrique Pérez como secretario, y Francisco Feu, Antonio
Atienza, Vicente Teninz, José León, Manuel Valverde, Santos Dámaso, Manuel
Romero y José Rubianes, como vocales[9].
Cuando el 25 de marzo de 1873 el Ayuntamiento de Salvochea acordó suprimir los cargos de capellanes de la cárcel y cementerio municipales, esta última medida estuvo propiciada por una solicitud de Escudero, recibida el mismo día. El pastor, en nombre del Comité de Propaganda y Organización de la Iglesia Libre Cristiana Española, pedía que se designara un local dentro del cementerio donde pudieran ser sepultados todos aquellos que no pertenecían a la religión Católica Romana. Escudero no solicitaba la secularización del cementerio municipal, ni siquiera que se enterrase a los protestantes indiscriminadamente en el mismo lugar que a los católicos, sino tan solo que todos los protestantes pudieran ser enterrados dentro del cementerio, aunque fuera en lugar separado. En realidad, su petición coincidía con lo prescrito en la circular de Sagasta del año anterior. Pero esta no se había cumplido, pues los no católicos de Cádiz no se habían enterrado hasta ahora en el cementerio, sino en sus proximidades y en un lugar provisional y mal acondicionado.
El cementerio municipal de Cádiz, considerado exclusivamente católico hasta entonces, se secularizó el 28 de marzo de 1873. Pero este tema lo dejo para otra ocasión.
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Cuando el 25 de marzo de 1873 el Ayuntamiento de Salvochea acordó suprimir los cargos de capellanes de la cárcel y cementerio municipales, esta última medida estuvo propiciada por una solicitud de Escudero, recibida el mismo día. El pastor, en nombre del Comité de Propaganda y Organización de la Iglesia Libre Cristiana Española, pedía que se designara un local dentro del cementerio donde pudieran ser sepultados todos aquellos que no pertenecían a la religión Católica Romana. Escudero no solicitaba la secularización del cementerio municipal, ni siquiera que se enterrase a los protestantes indiscriminadamente en el mismo lugar que a los católicos, sino tan solo que todos los protestantes pudieran ser enterrados dentro del cementerio, aunque fuera en lugar separado. En realidad, su petición coincidía con lo prescrito en la circular de Sagasta del año anterior. Pero esta no se había cumplido, pues los no católicos de Cádiz no se habían enterrado hasta ahora en el cementerio, sino en sus proximidades y en un lugar provisional y mal acondicionado.
El cementerio municipal de Cádiz, considerado exclusivamente católico hasta entonces, se secularizó el 28 de marzo de 1873. Pero este tema lo dejo para otra ocasión.
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[1] El Comercio, número 10571, 6 de mayo de
1873.
[2] Respecto a su condición de sacerdote
católico MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO, en su Historia de los heterodoxos
españoles, Libro VIII, página 206, afirma que “había vehementes motivos
para sospechar que no lo era, pero es lo cierto que así en el obispado de Cádiz
como en el de Jaén había hecho actos de tal, diciendo misa y administrando el
sacramento de la Eucaristía”.
SANZ DE RIEGO, en Medio Siglo de Relaciones
Iglesia-Estado: El Cardenal Agustín Monescillo y Viso (1811-1897), Madrid, Universidad
Pontificia de Comillas, 1979, p. 347, afirma que el obispo de Jaén tuvo “que
enfrentarse a un sacerdote sudamericano de nombre Escudero que predicaba ideas
protestantes”.
[3] MARCELINO MENÉNDEZ y PELAYO, Op. cit., pp. 206 y 215.
[4] GLORIA
ESPIGADO TOCINO, en La Primera
República en Cádiz. Estructura social y comportamiento político durante 1873, Caja de San Fernando, Sevilla, 1993, p. 271, lo
ha localizado en el padrón municipal en el barrio de Hércules, calle Sacramento
número 84, de profesión eclesiástico, natural de México y con 30 años de edad. También la misma autora en Aprender
a leer y
escribir en el Cádiz del Ochocientos, Cádiz, Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1996, p. 96.
[5] MENÉNDEZ y PELAYO, Op. cit., p. 202.
[6] Archivo
Municipal de Cádiz, Actas Capitulares, 29 de agosto de 1872, número 18, punto 38.
[7] Archivo de
la Diócesis de Cádiz, Secretaría de Cámara, legajo número 174.
[8] Archivo Municipal de Cádiz, Actas
Capitulares, 25 de marzo de 1873, número 22, puntos 11 y 23.
[9] JUAN GÓMEZ
FERNÁNDEZ, Disidencias y escuelas en la Bahía de Cádiz (1835- 1936), El Puerto de Santa María,
Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, 2009, página 63.
MÁS INFORMACIÓN EN MI LIBRO:
relinks.me/B00HLM34VM
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José Agustín Escudero fue el fraudulento autor de la apocrifa intervención de un obispo crota en el concilo vaticano : http://www.gbasesores.com/observatorio/sectas/strossmayer-1.html
ResponderEliminar“Buenos Aires, 18 de Agosto de 1876. Monseñor: Permitid que me dirija a Su excelencia para enviaros adjunta al pie, una edición de “América del Sud” que se publicó aquí. Contiene, bajo el título “La Verdad en el Vaticano” la confesión de un hombre que os ha hecho un grave daño y quien, oportunamente, publicara un discurso bajo vuestro nombre en el Vaticano y que ciertos protestantes han hecho circular aquí. Al final este hombre reconoce ser el autor y de tal modo remedia al menos algunos de los problemas causados.
Aunque no cultivo ninguna relación con el autor, sin embargo me consta desea que su retractación se haga conocer en Europa. El Dr. José Agustín de Escudero es mexicano y fue alguna vez un agustino que dejó su orden en malos términos. Emprendió viaje por España y Francia. Al tiempo del Concilio también estuvo en Italia. Se hizo protestante, masón, “carbonaro”, predicador y hasta se ha hecho pasar por obispo protestante causando problemas en Brasil y Montevideo. Aquí en Buenos Aires se ha reconciliado nuevamente con la Iglesia y se ha casado luego de que sus votos sacerdotales fueran anulados en Roma [?] Al tiempo de la retractación citada arriba, era colaborador de “América del Sud”, del cual ahora es editor. Si su conversión es genuina, sólo Dios sabe. Yo, lo dudo. Si Vuestra Gracia Episcopal desea más información, me pongo a su disposición haciéndole saber mi domicilio: Sr. D. Pedro Stollenwerk, Misionero Lazarista, Buenos Aires. Calle Libertad, Hospital Francés.